MÚSICA Y TECNOLOGÍA - NÚM 8 (PRIMAVERA 1987)

Recuerdo que compré este número un sábado a media mañana, en el quiosco de la Rambla a la altura del Liceo, frente al Carrer Hospital, después de salir de dejar restos de piel de las yemas de mis dedos en las cubetas de vinilos de una de las tiendas Queraltó. No me acuerdo de si salí con algún disco bajo el brazo, pero lo que nunca se me olvidará fue mi sorpresa al ver la espléndida portada que se habían currado los de Música y Tecnología para su octavo número, creo que tuve una erección y todo.

Abrí la revista mientras subía Rambla arriba, poniéndome al día de los rumores y noticias de la sección "Ruido Blanco". Supongo que a la altura de Plaça Catalunya ya habría llegado al reportaje de Juan Bermúdez sobre monitorización de sonidos en estudios domésticos. Leería el reportaje sobre las cajas negras midi rodeando la plaza y quizás ya estaría a la altura de Ronda Sant Pere o Casp cuando me metí de lleno en la crónica del concierto que Neuronium dieron en Madrid el 19 de noviembre de 1986. 

Posiblemente, ya habría cruzado la Gran Via subiendo por la acera derecha del Passeig de Gràcia cuando llegué a la sección "Sonido Ultracongelado", una de mis favoritas y que me leía sin dejar una coma. También es posible que tuviera una segunda erección cuando, en esta sección, me enteré de que Avant Dernières Pensées había lanzado su soberbio "Radiante Porvenir" y de que Proceso Uvegraf había editado su recopilación "Conspiración"... ya empezaba a pensar en cómo lo haría para ahorrar la pasta suficiente para ambas compras... Ahí se desinflaría mi excitación...

Leyendo las novedades en instrumentos electrónicos seguiría subiendo Passeig de Gràcia hasta el Carrer Aragó, y si no me fallan los cálculos, supongo que ya estaría a la altura de la calle Mallorca cuando acabé de degustar el reportaje sobre la bienal de Tesalonika. Si mis suposiciones no me fallan, a la altura del cruce de Passeig de Gràcia con Diagonal estaría babeando mientras leía el reportaje sobre el grupo O.M.D., con ese título tan hermoso y que tanto coincidía con mi ideario musical "El Odio por el Rock and Roll". 

Adentrándome por els "Jardinets de Major de Gràcia" en el barrio de Gràcia que me vio nacer, crecer y residir hasta ese momento, leí el artículo-entrevista sobre L'Aula de Música, el de Primera Línea, la clase magistral sobre Midi (ahí ya estaría en Major de Gràcia con Travessera de Gràcia) y seguí el camino hacia mi casa dándole caña al proyecto de gestación de un excitador psicoacústico de Juan Bermúdez. Ya estaría subiendo por mi Carrer Montmany cuando leería la sección "K7'S", alimentando mis ansias de información y echando un ojo a la sección "El Rastro".

Muy probablemente llegaría a casa con el hambre propia de haberme pegado semejante caminata, me sentaría a la mesa a comer un buen plato de los macarrones "a la catalana" que hacía mi madre (cómo los echo de menos...) y después me echaría en el sofá a repasar la revista otra vez mientras ponía en el tocadiscos... pues yo que sé... el "Conal" de Conrad Schnitzler por enésima vez... quién sabe...

Lo que sí hice en días posteriores fue llevar la revista a una copistería de la calle Casp donde hacían fotocopias ampliadas en color. Costaban un huevo, pero me hice un póster en A-1 de la portada de este número, que durante 25 años estuvo pegado en la puerta del armario de mi cuarto (hasta que me vine a vivir a Almería).

Fin del rollo. Ahora a disfrutar del escaneo.

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